Hace mucho tiempo
que no publicaba aquí
en este blog.
Pensaba que ya había
superado los baches de mi vida,
y toda mis tristezas
iría a formar parte del pasado,
pero se diría
que todos mis fantasmas y angustias
renacen con más fuerza
al par que se acerca la primavera
de este año extraño
de pandemia, restricciones,
y triunfo de la muerte
sobre tantas vidas inocentes.
Me encuentro cansada de luchar,
contra fantasmas y monstruos interiores,
tal vez sea que necesito ayuda exterior
quizás en forma de terapia,
ya no sé si pastillas o no,
como tantas otras veces que concedí
el beneficio de la duda y algo de fe
a terapias y pastillas y no siempre me
sirvieron de algo,
me atontaron
y me replanteo si volver a tener fe
en lo que al final
me falló,
y no tanto me ayudó.
De verdad que estoy cansada,
es verdad que quiero hacer algo
y no tirar la toalla,
pero mis fuerzas menguadas
no dejan mucho espacio a la fe.