Mi dolor interior
a veces lo tapa todo
y se hace espina,
camina a mi lado,
dejando heridas abiertas,
no logro desprender
totalmente ese dolor
de mi alma,
a pesar de los ratos
de mucha sensatez
y algo de serenidad- felicidad
de mi vida,
se me hace pesado
atravesar ese dolor casi constante.
La medicación a veces me
ayuda pero me hunde,
me deja tirada, sedada, poco alerta.
Estoy cansada de luchar
contra este estado dd ánimo
que tiende a sumergirme
en los abismos.